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México es líder mundial en la exportación de vehículos pesados, pero el motor de esta industria tanto en el mercado interno como externo en los últimos meses se ha visto afectado por los retrasos en las cadenas de proveeduría y la escasez de chips, ante lo cual se anticipa una recuperación hacia el segundo semestre.

Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), expone que aun cuando las cifras de ventas durante el año pasado mostraron cierto crecimiento, no necesariamente fue un año exitoso.

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Al cierre de 2021 se comercializaron en el país cerca de 31 mil vehículos pesados, lo cual significa cierto avance frente al 2020, pero muy alejado de las 42 mil unidades colocadas en el mercado local durante 2019.

Para se este año prevé solo un ligero incremento que pudiera llegar a las 32 mil unidades.

“Vemos que la cadena de proveeduría es un tema delicado, no es algo propio de los vehículos pesados, sino es un fenómeno global, derivado de ajustes multifactoriales. Y sí estamos registrando retrasos en entregas tanto de exportación como de mercado interno”, comenta.

Para el directivo, la problemática de la escasez de chips y la falta de contenedores que afectan a diversas industrias a nivel global podrían resolverse hacia el segundo semestre.

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Una vez que esto suceda, confía en que la industria logrará regularizarse lo más pronto posible.

Derivado de esta crisis, la producción de enero a octubre del año pasado creció 19.6% comparado con 2020, en tanto que en la exportación acumulada se observó una caída de 30 por ciento.

“Por factores globales como la falta de contenedores y las dificultades en la proveeduría, no esperamos una recuperación más acelerada de lo que nos hubiera gustado para este año, así que tal vez sea un 10% de mejora con respecto a 2021”, menciona.

Las exportaciones de vehículos pesados con destino a Estados Unidos hasta el cierre de octubre sumaron 107 mil 660 unidades, un 20% más que en 2020.

Este dinamismo le permitió a México mantenerse como el primer exportador de tractocamiones en el mundo y ocupar el cuarto sitio como vendedor de vehículos de carga a nivel global.

Por si esto no bastara, también se ubicó como cuarto mayor productor de vehículos de carga y el décimo de autobuses.

Sin embargo, el presidente de la ANPACT está convencido de que es necesario impulsar la seguridad vial y la movilidad de manera sustentable, pero no hay forma de detonar estos factores con un transporte viejo, esto, considerando que la flota de vehículos pesados en el país lleva rodando por las carreteras en promedio 19 años.

“Tiene que ser con un transporte nuevo. A través de instrumentos financieros y con el apoyo de la banca de desarrollo se debe impulsar la renovación vehicular”, agrega.

Otro factor que impide un mejor desarrollo del mercado interno es la importación de vehículos usados, pues por cada 100 vehículos nuevos que vende la industria formal, se internan al territorio nacional 35 procedentes de Estados Unidos con una antigüedad de 17 o 18 años.

“Son unidades que no abonan nada a la seguridad, vehículos de desecho que ya no pueden circular allá, pero aquí sí. Por eso es importante una Ley de Movilidad y Seguridad Vial que ponga el piso parejo.

Lo ideal sería que en la frontera se revisaran las condiciones físicas, mecánicas y ambientales de los vehículos cuando quieren entrar al país previo a su importación. Si bien estamos a favor del libre comercio, no queremos que se importe chatarra, pues son vehículos de desecho”, concluye.

Miguel Elizalde destacó que, del 9 al 11 de marzo, en la ciudad de Puebla, se realizará Expo Transporte ANPACT, un evento que representa una oportunidad de impulsar la reactivación vehicular.